DE INVENTOS O DE INVENTORES
Lic. Máter Olga Mabel info@olgamater.com
1. Fragmento del material clínico: Carmen es una paciente de 51 años, quien concurre una mañana a la institución, C.A.M.P.I. Ramos, en busca de ayuda. Luego de la entrevista de admisión, comienza el tratamiento individual y éste es llevado a cabo durante dos años; incluyendo en este período el control de medicación, suministro de neurolépticos que funcionaban atenuando en diferentes ocasiones cuadros de excitación maníacos. Paralelamente concurría a las actividades de Hospital de día. Señala que vive sola con su madre que tiene 78 años, a quien describe como una “maldición”, una mujer “asquerosa”. Su padre muy recto “le faltaba la picana y era antifascista, lo cuidaba mamá como a un chico”.Estuvo varios años enfermo del corazón y era ella la que lo acompañaba a los médicos. Trabajó durante varios años en una mina en el Chaco, lugar de residencia durante la infancia y juventud de la paciente. En el momento de la consulta hacía 23 años que había muerto. Hace 10 años que no trabaja, vive de la jubilación de su madre y comenta que todo comenzó por “un ataque convulsivo por intoxicación medicamentosa”, aunque aclara no estar bien desde hace varios años. “ … cuando trabajaba iba en colectivo sentía voces, cuando empecé a escucharlas bien nítidas me levanté y abrí todas las ventanas y las puertas y salieron volando; si las agarraba, las agarrraba y las reventaba…” “… cuando viajo en colectivo me da atirria, cuando empiezo a ver cosas tenebrosas…” Dice que tuvo tres parejas, un italiano, un colombiano, y un estéril, “… el italiano me quiso llevar a su país, pero mis padres me dijeron que no, se interpusieron, era demasiado manejable,; nunca me fui de adentro de ella, falta de gobierno no de carácter…” y agrega “… el colombiano me dejó y con un estéril no me podía casar…”. Durante el transcurso de las entrevistas, Carmen concurría a la institución con una navaja, dice: “…y ahora con la invasión anglosajona que está tomando nuestro país, la situación está terrible, La Matanza está llena de los volantes de esta gente que ha entrado por el Estrecho de Magallanes y ya han ocupado toda la Patagonia. Van caminando por las calles con una boina vasca color rojo brillante, bermellón. Esta gente está entrando de una forma lo único que falta es que salgan con cuchillos, siempre odié a los ingleses desde chica, el problema es si empiezan a bombardear… faltan golosinas, ¿vió?, el pochocho ya no viene como antes…” Relata en un momento de las entrevistas no haber tenido intentos de suicidio y a continuación, hace referencia haber sufrido un accidente: “… sentía campanitas atrás, por eso fue…” y expresa “… ahora vas a ver, cuando te mueras mañana, no te vas a levantar, te morís…”. Carmen respondió este imperativo que le retorna desde lo real, quedándose toda la noche en vigilia, “… lo jodí, yo siempre gano…”.Voces que provienen tanto de los familiares, como de vecinos, quienes tienen por intención, no sólo su muerte, sino robarle sus pertenencias. Texto alucinatorio – delirante que se va desplazando desde contenidos persecutorios a megalomaníacos; presentándose verborrágica, y haciendo uso del lenguaje en forma bizarra. Decires apresados en la certidumbre, como señala Lacan en la clase del 21- 01 – 75 en el Seminario R.S.I. “…en la psicosis las voces no solamente el sujeto cree allí, sino las cree.” Siendo la certeza y no la realidad la que se haya en juego, en tanto en ellas cree, ya que es el mismo, el sujeto, quien las articula. Es en un momento del tratamiento que Carmen entra a sesión y le pide al analista un libro “de inventos o de inventores”. Se le propone un libro “El mundo de la Química” y a partir de este momento Carmen concurría a sesión con un resumen que había hecho de algunos capítulos desordenados del libro (su interpretación delirante). Estos resúmenes y su interpretación fueron trabajados durante las sesiones, y sus comentarios estaban generalmente referidos a los “METALES”, “… nunca pensé que podría existir un libro así…”. “… con el libro ya no me molestan tanto las voces, voy a leerlo a la plaza que está a dos cuadras de casa, para que mi madre no me moleste… ahora voy a una plaza que está más lejos, queda en el centro, me siento y me pongo a leerlo… en el colectivo las voces ya no me molestan, porque cuando leo a las voces ya no le interesan lo que yo leo…”. 2.- Una posible lectura del material Es a partir del libro “El mundo de la química” que Carmen extrae el significante “METALES”, significante que le posibilita empezar a poner un freno a este goce del Otro; y de alguna manera, reducir este lugar de puro objeto que es ella para el Otro. Desde entonces Carmen logra una cierta estabilización. En la neurosis, es en el intervalo entre el S1 y el S2 que se abre la posibilidad de que surja un sujeto. Efecto de creación, posibilidad que tiene el sujeto de producir nuevas significaciones. Desde la psicosis podemos pensar la estabilización de Carmen, teniendo en cuenta al significante “METALES” como un S1, significante que pertenece al campo del Otro, que permitiría ciertos amarres en el orden simbólico. Este significante “METALES” ingresa al discurso delirante ordenando de algún modo al conjunto, y abre la posibilidad de un cierto saber – hacer. Carmen comenzó a trabajar en las actividades de Hospital de día, también a escribir nuevamente a máquina (trabajo anterior) y realizar bijouterie (con metales), vendiendo sus artesanías en las ferias que organizaba la institución. Tramitó su jubilación para poder vivir y no tener que depender de su madre, “… ahora voy a manejar yo”. S 1 ———————————-> METALES | | | sujeto de la psicosis ———-> más que un sujeto del significante, es un SUJETO DEL GOCE Di-mensión, dimensión del dicho, ausente en la psicosis, en tanto la forclusión es del decir. Al no operar la castración (segundo piso del grafo del deseo), la presencia de fenómenos significantes elementales, alucinaciones y delirios, nos señalan la conexión por fuera del grafo entre voz y goce. Forclusión del significante del nombre del padre, como padre real (ЭxΦx) – existe al menos uno que dice no a la función fálica – a diferencia de la neurosis en que el piso superior del grafo (goce – castración) es posible de ser leído en el transcurso de un análisis. Es por que en la psicosis sólo podemos hablar de un grafo achatado. Dado la ausencia de este segundo piso del grafo, el cuerpo da cuenta de una situación de goce sin límite como: “… me duelen el globo de los ojos, siento un hormigueo acá… como meestán picando se me abre la cabeza… tengo una pera en el estómago que me cuelga cuando me agacho…”. Sujeto del goce (real) por lo cual el significante no engaña, en tanto lo simbólico se une a lo real, dando cuenta de un cuerpo no recortado por la vía significante, atravesado de una manera particular. Sin perturbaciones neurológicas se presentaba con temblores y describía estados hipocondríacos. Estructura elemental de lo imaginario, fragmentación corporal, imagen del cuerpo distorsionada que señala la desarticulación de la imaginario como registro, falla en el estadio del espejo. 3.- “…Dar crédito al psicótico… abrir las puertas en absoluto implica saber que espacio dar” El significante “crédito” dentro de sus múltiples acepciones, implica un procedimiento en el cual se realice algo cambiando ciertos títulos por otros menos gravosos. Así “Dar crédito al psicótico” podría pensarse como un trabajo que intenta alcanzar cierta reducción de goce, títulos de lo real (fenómenos elementales) por un abrochamiento menos gravoso. Es por ello que tanto el lugar del analista como sus maniobras implican un campo de inventiva, acorde a cada analizante en particular. Intervenciones desde una posición diferente al de las neurosis, haciendo semblante de un semejante, como un testigo, que estará por ello vigilado, interpretado por el paciente, ya que los psicóticos son interpetadores por excelencia de lo que a ellos les ocurre como del mundo en general. Así “abrir las puertas” es poner en juego el deseo del analista, apuntando a la singularidad de cada paciente, en términos de Colet Soler. Quien diferencia entre psicóticos mártires del inconsciente, de aquellos trabajadores. Carmen correspondería a este segundo grupo por el trabajo que se ha realizado con el libro. Traía a las sesiones un cuaderno con anotaciones acerca de otros libros, como por ejemplo de historia, poesía o revistas que la misma asiduamente leía, “…cada vez me sorprendo más, me ayuda a recordar mentalmente mis acepciones idiomáticas…”. Trabajaba palabras en alemán e inglés. Trabajadora en las actividades de Hospital de día, en talleres de creatividad, literario, en el cual a su pedido confeccionó borradores a máquina para una de las ferias en la clínica. Su participación en general si bien fue inestable, su tendencia en el intercambio singular con los otros era de presentarse como líder. Espacio de Hospital de día, importante para la paciente, en que pautas y normas se inscribían fuera de la “ley materna”. Intento de algún tipo de marca, de letra posible, allí donde se juega el sujeto de la psicosis. Ensayo opaco de un posible lazo social. Así deseo del analista de dar crédito como abrir las puertas, va a acorde al llamado del psicótico. ¿Actualmente serán ciertos pacientes psicóticos quienes no retroceden al análisis?. Aunque sabemos ausente en la psicosis el cuarto nudo, cuarta cuerda del nudo borromeo, cuerda del sinthome, que es soporte de la función de corte, íntimamente relacionado con la función paterna, como ya lo hemos mencionado. Apostamos a una posible reconstrucción de la realidad, estabilización, que si bien es cuestionable puede producir cierto alivio que le permita al sujeto circular de otro modo y en ocasiones hasta vivir. El análisis junto a Carmen finalizó luego de cinco meses de trabajar el libro. La despedida fue durante el último mes debido a cambios administrativos de la Obra social. Se realiza un trato por el cual puede concurrir cuando le sea necesario, y cuando el libro ya no cumpla función alguna para ella lo puede devolver, tema que a Carmen la interrogaba si finalizar el tratamiento era finalizar el tratar cotidiano con el libro. Se realizaron posteriormente cambios que le facilitaban regresar a la institución pero Carmen, se quedó en “El mundo de la química”, no regresó a tratamiento alguno en la institución. En los años siguientes azarosamente se produjeron encuentros en la vía pública, Carmen y su mundo caminaban por una ciudad de la Provincia de Buenos Aires,”… ando regiamente, no voy de la psicóloga porque tengo achatada las vertebras y osteoporosis, ando de médico en médico… Licenciada , usted y yo tenemos algo pendiente, algún día le llevo el libro a la clínica, yo me acuerdo”.Carmen siguió camino por su mundo, junto al libro que se encontraba en su modesta cartera.“…hablen de azar señores, si les da la gana; yo en mi experiencia no encuentro en eso nada arbitrario…”
(J. Lacan Seminario 11 – 1964)
Carmen y los metales, franca referencia al padre, su apellido en anagrama y el trabajo en las “minas” de su padre en la provincia de Chaco, “de mina” sus trabajos en Hospital de día, artesanías, lecturas, etc.………………………………………………..
Lic. Olga Mabel Máter
15 de Noviembre de 1994