VIGOREXIA: DESEO Y SACRIFICIO, UNA LECTURA PSICOANALÍTICA
Trabajo presentado en el IX CONGRESO INTERNACIONAL DE INVESTIGACIÓN Y PRÁCTICA PROFESIONAL EN PSICOLOGÍA XXIV JORNADAS DE INVESTIGACIÓN XIII ENCUENTRO DE INVESTIGADORES EN PSICOLOGÍA DEL MERCOSUR “PSICOLOGÍA, CULTURA Y NUEVAS PERSPECTIVAS, el 1° de diciembre de 2017 en la Facultad de Psicología Universidad de Buenos Aires
Autoras: Lic. Paula Fernandez, Lic. Noemi Saravia, Lic. Olga Mater
Institución Patrocinante: UBACYT
Área temática: Psicología clínica y Psicopatología
Nuestra propuesta es reflexionar sobre el concepto de Vigorexia, mediante el testimonio de una ex fisicoculturista y jueza en esta disciplina. Intentaremos a partir de la época que nos atraviesa, nuestra clínica, el discurso analítico y el capitalista, distinguir dos vertientes: deseo y sacrificio; una lectura desde el marco teórico del psicoanálisis freudiano – lacaniano.
El cuerpo “esfinge”, adorado, cuidado, perdurable y eterno, se presenta en la clínica actual con manifestaciones diversas. Desde nuestra investigación pensamos lo femenino y lo masculino como efecto del recorte del lenguaje sobre el cuerpo, en consecuencia guía nuestro trabajo de qué lado el sujeto se aloja en las formulas de la sexuación a partir de las enseñanzas de Lacan en el Seminario 20.
Vigorexia, es un concepto abordado desde la psiquiatría, por el Dr. Harrison Pope en 1993, nombrado en sus inicios como “anorexia inversa”, actualmente llamado “complejo de Adonis” “Dismorfia muscular”, es descripto como un trastorno que se caracteriza por la distorsión de la imagen, la persona se ve chica e intenta buscar el aumento de su masa muscular. En síntesis, se lo conoce como “un trastorno del comportamiento que se caracteriza por la obsesión de conseguir un cuerpo musculoso”.
Para la construcción del caso, de acuerdo al concepto de Adriana Rubistein, nos serviremos del material extraído de una entrevista personal realizada a la Sra. Cristina Musumeci, con más de 24 años dedicados al entrenamiento de su cuerpo, también se ha licenciado en Teología y Salud Sexual. Desde 1983 hasta el 2002 hizo exhibiciones y fue varias veces campeona argentina, sudamericana e iberoamericana en Fisicoculturismo. También utilizaremos un texto de su autoría “Reflexión sobre la Big o Vig-Orexia” y una entrevista realizada a la misma publicada y difundida por Página 12.
En palabras de Cristina: “Como juez de la actividad que soy tengo que reconocer que es verdad que hay culturistas que pierden la noción del conjunto en pro de lo grande y desmedro de lo armonioso”.
“El fisiculturista androgenizado es fruto de una época, especímenes más del lado del varón que comienzan en los 80 y 90. La época del unisex, el hombre siempre busca el tamaño, es más Big-orexico, se empezó a pedirles a las mujeres que sean juezas en los 90. La inclusión de la mujer genero replanteos de todo tipo respecto a cómo mirar y evaluar el cuerpo. Se crearon nuevas categorías para incluir a distintos cuerpos que pudiesen verse desde distintos ángulos, lo femenino y lo masculino, como juez implica poder sepárate del cuerpo y verlo y juzgarlo para mejorarlo, evaluar el resultado”. Podríamos afirmar que como práctica deportiva actual responde a la época en cuanto ratifica la exclusión del sujeto y la objetalización y por ende la de valuación del cuerpo a cosa.
Esta investigación nos permite distinguir dos vertientes posibles en el cuadro de Vigorexia, de acuerdo a lo expuesto en la viñeta, en sujetos del lado de lo femenino en las formulas de la sexuación, y no de la genitalidad, siguiendo las formulaciones de Marta Gerez Ambertin:
• Vig- orexia: vertiente del deseo y el lazo. Facilita un modo de anudamiento, de acuerdo a la teoría lacaniana de los nudos, en cuanto a los trastornos alimentarios (anorexia, bulimia y obesidad) Tanto en las neurosis o psicosis, en cuanto el culturismo es una disciplina que implica cierta inscripción de la ley, la mirada del Otro menos persecutoria y en ciertos sujetos propone significantes que lo estabilicen, reparando a modo de “parche” lo fallido de las fases tempranas del yo y del narcisismo.
De este modo y a partir del material de la fisicoculturista mencionada, la Vigorexia, en cuanto subraya el neologismo “vigor” (del castellano fuerza, fortaleza) y “orexia” (del griego apetito) anuda los registros: imaginario (narcisismo, construcción y reconstrucción de un cuerpo), simbólico (reglas y lazo con el entrenador que oficia de padre en la disciplina, pares y participar de competencias, que instalan un lazo del sujeto con su cuerpo, y con sus Otros) y lo real en cuanto, lo real del cuerpo y de la época (se distinguen modalidades de cuerpos, categorías, competencias, etc.)
La composición del término da cuenta del lenguaje nombrando las manifestaciones del cuerpo y de la época.
En cuanto a:
la reducción de daños: es un cuerpo cuidado, un cuerpo en estado.
al rasgo obsesivo que está en todos los trastornos alimentarios, no estaría en exceso como en la obesidad ni el atracón de la bulimia, ni la nada de la anorexia.
a la distorsión de la imagen: no es el puro hueso, o el cuerpo del obeso a punto de estallar del demasiado lleno; es más bien un cuerpo contorneado, trabajado, investido libidinalmente en la singularidad de cada caso y des investido para cada quien como sujeto.
al espejo: hay descubrimiento, todo el tiempo el sujeto se mira sin encandilarse como Narciso en el lago. Un lazo con el espejo más amigable y desde allí descubrir zonas del cuerpo a trabajar de manera deportiva no tan imperativa.
a la relación con el Otro: hay una búsqueda de un cuerpo labrado como obra de arte para ser mostrado a otro, con ciertos parámetros de la estética, que manifiestan el lazo social, el tamiz del otro. La mirada de los jueces en el fisicoculturismo es necesaria y buscada. Se convoca a un Otro.
• Big-orexia: El término en inglés es Bigorexia, neologismo que toma Big (del inglés grande) y “orexia” (del griego apetito) luego convertido al castellano. Vertiente del sacrificio o el goce.
Cristina en cuanto sujeto, podemos sostener encuentra un significante que la representa en el fisicoculturismo y a partir de ese significante, su experiencia deportiva y analítica ha leído el exceso en otros deportistas que practican la misma disciplina, de aquello que no hace tope o límite al goce, que arroja al sujeto como resto para su goce autista, y o en la exaltación del ideal de adonis cual escultura griega.
Continua Cristina con su relato y afirma: “El fisicoculturismo como forma de vida, no es estar al mango, hay que adaptarlo a los ciclos de la persona, como entrenadora guio a los alumnos a que puedan encontrarle la vuelta a su cuerpo, escucharlo, no someterlo al sacrificio, sino sería una tortura, ir al choque y lastimarlo, es importante amigarse con el espejo”
Advertimos cierta exacerbación de lo muscular en ciertos sujetos que nos interroga ¿por qué algunos sujetos, del lado femenino de las fórmulas de sexuación, ofrecen sus cuerpos en lo real y a cualquier precio por alcanzar lo imposible de sus ideales?
El costo subjetivo de ciertos sujetos presos en sus desafíos mortíferos por arribar a un puerto que no será hallado, inmolándose en lo real, en la mayoría de las veces, desconocido para el sujeto, apuesta fallida a la que responden de manera certera y absoluta, nos convoca a la singularidad de la clínica y sus avatares culturales. Cristina refiere:
“Un culturista busca una perfección corporal que se establece según tres parámetros que deben ser armónicos en su proporción. La línea, el volumen muscular y la marcación, son el norte para todo culturista que considere que su cuerpo es su arte y su trabajo una disciplina artística. “Lo bueno y lo peligroso es que llevas la obra de arte a todas partes, mientras otros artistas la dejan en su estudio”, dice Musumeci, “las mujeres que fabrican músculos van en aumento”, cuenta que las deportistas de la disciplina, “llevan sus músculos como arte”.
Los desnudos griegos y romanos nos invitan a reflexionar sobre la exaltación de los cuerpos, emblemas que en nuestra cultura devienen de tiempos prehistóricos y de la antigüedad.
El cuerpo humano, en un sentido amplio del término, vehiculiza ideales de belleza de cada época de la humanidad misma y da testimonio de ello, por ejemplo las obras artísticas de gran difusión cultural como La Maja desnuda, la cual es una de las más célebres obras de Francisco de Goya. Años después, Goya pinta La Maja vestida, ambos lienzos, nominadas en principio como “gitanas” y ambas hermanas, se encuentran hoy en el Museo del Prado. ¿Por qué la viste? Goya pinta a una mujer sin servirse de la mitología, ni un disfraz, tampoco es una diosa, la pintura atrajo la atención de la Inquisición, que la consideró obscena e inmoral y el inquisidor general convoco a Goya para interrogarlo, se desconoce que contesto, pero la Maja ya vestida no menos deseable se considera una posible respuesta a su época no sin una cuota irónica del autor de la misma.
El Otro del mercado y del discurso capitalista promueve objetos de consumo y vende emblemas identificatorios que inciden en la construcción de la masculinidad y feminidad, al tiempo que trasmiten modalidades acerca del amor, del cuerpo, del deseo y del goce.
Cristina afirma:
“Creo que la mujer culturista es un signo de los tiempos, indica que la mujer está desarrollando la fuerza, indica una mujer autónoma, que puede estar sola sin necesidad de ser dependiente del hombre; todos cambios que se plasman de una manera simbólica en la mujer musculada, un ser femenino que exacerba rasgos que siempre se consideraron masculinos, pero que en realidad no tienen por qué serlo”, dice segura de que el culturismo llegó para poner fisuras en la cultura”. ¿Nos podríamos preguntar si es fisura o una respuesta a la época? Paradojas del padre, en lo individual y en lo social, versiones, perversiones que multiplican y desnudan el retorno dislocado de lo pulsional en ambos escenarios de la humanidad.
A modo de conclusión, es posible considerar sobre la Vigorexia que:
– Es un hecho cultural y producto del lenguaje.
– Es un fenómeno transclínico presente en cualquier estructura, acorde a la modalidad subjetiva.
– Puede estar al servicio de obturar la división subjetiva (neurosis) y compensar la fragmentación (psicosis), y en ambas facilitar un andamiaje significante que al sujeto en análisis o no cuente con un synthome que lo anude y represente, acorde a la singularidad de cada quien.
– En las primeras entrevistas junto a un analista puede o no dar cuenta de un síntoma o presentarse como signo.
– Desde la clínica de la falta, ubicamos la vertiente del deseo y la posibilidad de la misma para facilitar al sujeto en análisis o no un synthome que anude su subjetividad, y lo nomine. Clínica de la falta y del complejo edípico, en cuanto portador de la ley un padre que acota el goce inmediato y mortífero. Subraya el lazo del sujeto con el Otro y su falta en ser.
– Desde la clínica del vacío, de acuerdo con M. Recalcati, implica una desconexión del sujeto y del Otro, por ende hay una búsqueda de goce sin la mediación del Otro, un imperativo de gozar sin límites. Clínica del vacío y del complejo Telémaco, en cuanto la Odisea de Homero, un hijo que espera el retorno de Un padre, un adulto que se responsabiliza de sí mismo. Subraya la evaporación del padre en tanto función y sostiene el sujeto hasta con su propia vida un ideal de autosuficiencia. Subraya el vacío entre el sujeto y sus Otros, y la desregulación pulsional. Malestar contemporáneo.
– La Vigorexia y la práctica deportiva del culturismo, ¿podrían ser consideradas, en términos de Eric Laurent, como una toxicomanía?
– En cuanto es por excelencia una a- dicción con rasgos obsesivos compulsivos por el cuerpo, desde la vertiente sacrificial o gozosa, incluye los trastornos alimentarios, con dietas en cuanto a lo que ingiere de manera a veces particular y no en cuanto a la pulsión de muerte, … aumentar músculos como la obesidad y metafóricamente vomitar una vida saludable y competitiva cuando el ideal por estructura es imposible de alcanzar, queda del lado de lo imposible, idealización certera que, desde lo sacrificial, constituye una religión neurótica a la cual abrazarse y militar en la causa, de acuerdo a cual vereda: del deseo o del goce… ruta de caminos ideales que señalan que la carretera de la subjetividad no cuenta con una buena vialidad en relación a los carteles del nombre del padre, que así como lo convocan, niegan o se creen un Otro sin barrar.
– El estrago materno y su incidencia nos abre a nuevas investigaciones así como la posición del sujeto ante el saber, si ellas saben de ejercicios, entrenamientos, etc… dificultad con el amor, lo femenino, lo maternal, …
Si la anorexia denota una “pasión de los huesos” en palabras de Recalcati, podemos afirmar que ambas, Vigorexia y el culturismo, denotan “una pasión de los músculos” de acuerdo a la vertiente del sacrificio y el goce.
– La Vigorexia y la práctica deportiva del culturismo, mientras a ciertos sujetos los amarra al deseo y a otros los expulsa al autismo del goce.
PSICOLOGÍA, CULTURA Y NUEVAS PERSPECTIVAS la temática que nos reúne en este congreso para intercambiar entre colegas y futuros colegas, desde nuestro quehacer profesional, atravesados nuestros analizantes y nosotros contemporáneos con la cultura, una clínica que nos convoca a reflexionar sobre las nuevas perspectivas y modalidades de deseo y goce en el horizonte de la época.
Buenos Aires, viernes 1° de diciembre de 2017.-